Ante la creciente necesidad de implicar y desarrollar el talento en las organizaciones, es lógico pensar que el directivo tiene que dar un paso más allá, desarrollando una labor de coaching cuyo objetivo sea ayudar a su gente a:

  • Pensar, guiándoles en el proceso de búsqueda de sus propias soluciones y decisiones con respecto al trabajo que están llevando y quieren llevar a cabo.

  • Entender el entorno y la organización, con una mejor comprensión de la cultura y políticas de la compañía, así como la evolución del mercado, en general, y de la organización, en particular.

  • Mejorar en el trabajo, tanto en los casos en los que se está llevando a cabo una mala actuación, como en los casos en que desempeñan su trabajo con éxito.

  • Asumir la responsabilidad de su propio desarrollo dentro de la Organización, trabajando conjuntamente para hacer realidad sus metas profesionales.

Sin duda, el desarrollo profesional de nuestra gente marca la diferencia y nuestra labor es encontrar formas de introducirlo en la vida cotidiana.

En este sentido, Beverly Kaye y Julie Winkle, en su libro “Ayúdalos a crecer o míralos irse”, plantean la necesidad de que los directivos desarrollen dos competencias fundamentales como son la escucha y la curiosidad y aprovechen cada interacción con su gente para mantener conversaciones en las que planteen preguntas de calidad, con el fin de provocar la reflexión, la toma de conciencia, y la exploración de posibilidades, oportunidades, ideas…, así como la acción.

Dichas preguntas deben abordar tres grandes áreas:

  • Retrospección, con el fin de realizar una introspección que les permita conocerse  e identificar hacia dónde quieren avanzar. Cuanto más conocimiento tengan de sí mismos, más fácil les resultará orientar su desarrollo profesional y que tomen decisiones acertadas, centrándose en su talento natural.

  • Previsión, con el fin de identificar por dónde va a cambiar el mundo, el mercado en el que operamos y la empresa y qué necesidades van a existir y qué competencias va a ser necesario adquirir y/o desarrollar.

  • Percepción, con el fin de identificar qué necesitan adquirir y/o desarrollar y cómo satisfacer estas necesidades para que puedan alcanzar los objetivos profesionales.

     

Por tanto, si tienes un equipo bajo tu responsabilidad ¿Qué tipo de conversaciones llevas con tu gente? ¿Dejas que ellos hablen el 90% del tiempo? ¿Prestas atención y tienes curiosidad por lo que te cuentan? ¿Sabes cómo definen ellos su éxito profesional? ¿Sabes qué necesitan para llegar a sus metas? ¿Les proporcionas los medios para desarrollarse?.

Sin duda, este nuevo rol, ayudará además a incrementar el nivel de comunicación, así como la implicación y el desarrollo del potencial de todos y cada uno de los miembros del equipo.